Esta es solo la octava vez en la historia que estos rivales se ven las caras en una final de Copa del Rey, y la primera desde 2014. Real Madrid tiene una ligera ventaja en estos enfrentamientos, con cuatro victorias frente a tres de Barcelona. La última vez que se enfrentaron en esta instancia, Gareth Bale aseguró el título para el Madrid con una carrera memorable. El choque del sábado será el encuentro oficial número 260 entre ambos, sumando un nuevo capítulo a una rivalidad histórica.
Se espera un partido táctico. Barcelona probablemente apostará por la posesión y el juego ofensivo, mientras que Madrid podría confiar en los contraataques y la solidez defensiva. El resultado puede influir en el resto de la temporada, ya que ambos clubes también luchan por el título de La Liga. La presión es especialmente alta para el Madrid, con especulaciones sobre el futuro de Ancelotti y la necesidad de ganar un trofeo.
Ambiente eléctrico en Sevilla
Un estadio de La Cartuja lleno será el escenario de este esperado encuentro, con hinchas apasionados de ambos equipos. Se espera que el partido atraiga la atención mundial, con millones de espectadores en Sudamérica y otros lugares. El primer Clásico final del año promete intensidad y la oportunidad para que uno de estos gigantes levante la histórica copa española. Todas las miradas estarán puestas en Sevilla este sábado, cuando Barcelona y Real Madrid luchen por la gloria.