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Pocos futbolistas han dejado una huella tan imborrable en el fútbol como René Higuita, el portero colombiano cuyo estilo extravagante y habilidades audaces lo convirtieron en un icono mundial. Apodado “El Loco”, Higuita redefinió lo que significaba proteger el arco, siendo tan famoso por sus regates y goles atrevidos como por sus atajadas. Su legado está ligado para siempre a un momento impresionante: el escorpión de Wembley.
El ascenso de un portero revolucionario
Nacido en Medellín en 1966, Higuita comenzó su carrera profesional en 1985 con Millonarios en Bogotá, pero fue en Atlético Nacional, el club de su ciudad natal, donde realmente se consagró. Bajo la dirección del técnico Francisco Maturana, Higuita fue alentado a jugar como “portero-líbero”, saliendo lejos del arco para interceptar ataques, iniciar jugadas e incluso ejecutar tiros libres y penaltis. Maturana decía: “Con René de líbero, tenemos once jugadores de campo”. Este enfoque radical influiría en generaciones de porteros en todo el mundo.
Durante una década con Atlético Nacional, Higuita ayudó al equipo a ganar su primera Copa Libertadores en 1989, un logro histórico para el fútbol colombiano. También levantó dos títulos de liga y la Copa Interamericana, consolidando su estatus de leyenda del club.
El escorpión que asombró al mundo
Aunque la carrera de Higuita estuvo llena de drama y riesgos, fue el 6 de septiembre de 1995 cuando regaló su momento más inolvidable. En un amistoso contra Inglaterra en Wembley, con el partido sin grandes emociones, Higuita enfrentó un centro bombeado de Jamie Redknapp. En lugar de atrapar el balón, se lanzó hacia adelante, arqueó la espalda y lo despejó con los talones: el ahora legendario escorpión.
La audacia de la jugada dejó atónitos a espectadores y comentaristas. El técnico inglés Terry Venables comentó: “Nunca había visto algo así”, mientras que el propio Higuita explicó: “Es el tipo de cosas que solo una persona puede hacer. Tengo un repertorio enorme, pero no los planeo antes”. El escorpión, que Higuita había practicado primero para un anuncio de televisión, se convirtió al instante en uno de los momentos más reproducidos e imitados del fútbol, inspirando a aficionados y jugadores por igual.
Una carrera de altos y bajos
La carrera internacional de Higuita fue tan colorida como sus hazañas en clubes. Disputó 68 partidos con la selección colombiana y anotó tres goles, una hazaña extraordinaria para un portero. Fue figura clave en la campaña de Colombia hasta los octavos de final en el Mundial de 1990, el mejor resultado del país hasta entonces. Sin embargo, su gusto por el riesgo también lo llevó a errores famosos, como el fallido regate ante Roger Milla de Camerún que significó la eliminación de Colombia en ese torneo.
Reconocido por ejecutar penaltis y tiros libres, Higuita está entre los diez porteros más goleadores de la historia, con 41 goles oficiales. Su trayectoria de clubes lo llevó de Atlético Nacional al Real Valladolid de España, Veracruz de México y varios equipos colombianos, como Independiente Medellín y Deportivo Pereira, antes de retirarse en 2010.
Honores e impacto duradero
El palmarés de Higuita incluye
• Copa Libertadores (1989) • Títulos de liga colombiana (1991, 1994) • Copa Interamericana (1989, 1995) • Tercer lugar en la Copa América (1987, 1993, 1995)
En lo individual, fue incluido en el Equipo del Año de Sudamérica en 1989 y 1990 y recibió el Golden Foot Legends Award en 2009. En abril de 2025, Higuita fue incluido en el Salón de la Fama del Fútbol Mundial, siendo solo el segundo colombiano en recibir este honor después de Carlos Valderrama.
Un legado más allá de la cancha
La influencia de René Higuita va mucho más allá de sus días como jugador. Fue pionero en el concepto del portero moderno y jugó con alegría e imprevisibilidad. Su escorpión sigue siendo un símbolo de la creatividad y el asombro del fútbol. Como él mismo dijo: “El ser humano siempre es recordado por su gran obra, y eso fue lo que fue”.
“El Loco” será recordado por siempre no solo como portero, sino como un artista del fútbol que se atrevió a soñar y regaló al mundo momentos que jamás olvidará.