Ubicado en el corazón de Medellín, Colombia, el Estadio Atanasio Girardot se erige como un testimonio de la pasión de la ciudad por el fútbol. Nombrado en honor a Atanasio Girardot, un líder militar colombiano que luchó por la independencia de España, este icónico estadio abrió sus puertas el 19 de marzo de 1953. El partido inaugural fue un amistoso entre la Selección de Antioquia y el Club América, sentando las bases para décadas de emocionante fútbol por venir.
La construcción del estadio formaba parte de una visión más amplia para el futuro deportivo de Medellín. Los planes para un centro deportivo integral se esbozaron por primera vez en la década de 1930, con el estadio como pieza central. El diseño inicial contaba con una grada de un solo nivel alrededor del campo y una cubierta superior en el oeste.
Evolución y renovaciones
A lo largo de los años, el Estadio Atanasio Girardot ha experimentado varias renovaciones para satisfacer las crecientes demandas de los aficionados al fútbol y los estándares internacionales. En 1977, se añadió un nivel superior a la tribuna este, y en 1990, esta extensión se completó en ambos extremos, aumentando la capacidad a alrededor de 50,000 espectadores.
Una renovación significativa tuvo lugar en 2011 en preparación para la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA. Esta mejora incluyó la eliminación de las altas vallas alrededor del campo y la pista de atletismo, así como el repintado de los asientos. La capacidad se ajustó a 40,943, haciéndolo más compatible con los estándares modernos de seguridad.
En 2021, el estadio se sometió a otra ronda de mejoras en anticipación a la Copa América. Aunque el torneo finalmente se trasladó a Brasil, la renovación de $11 millones mejoró el estadio con más cabinas de prensa, suites de lujo, mejor iluminación, nuevos asientos y baños actualizados.
El estadio en la actualidad
Actualmente, el Estadio Atanasio Girardot cuenta con una capacidad de 44,826 espectadores, lo que lo sitúa como el tercer estadio más grande de Colombia. Sirve como sede de dos de los clubes de fútbol más exitosos y populares del país: Atlético Nacional e Independiente Medellín.
El estadio es más que un simple recinto deportivo; es una maravilla arquitectónica que captura la esencia de la cultura colombiana. Su diseño único presenta una serie de arcos que soportan un techo circular, proporcionando sombra a los espectadores. La fachada, compuesta por aletas verticales de concreto, crea un efecto ondulante y dinámico que es particularmente impresionante cuando se ilumina por la noche.
Como parte del Complejo Deportivo Atanasio Girardot, el estadio está rodeado de instalaciones adicionales, incluyendo dos campos de entrenamiento (uno de césped natural y otro de césped artificial), equipamiento moderno y salas especializadas para atletas. Esta configuración integral lo convierte en un lugar ideal para albergar diversos eventos deportivos y conciertos.
Un partido histórico: La final de la Copa Libertadores de 1989
Aunque muchos partidos memorables han tenido lugar en el Estadio Atanasio Girardot, uno destaca en la historia del fútbol colombiano: la final de la Copa Libertadores de 1989. Curiosamente, debido a las regulaciones de la CONMEBOL que requerían una capacidad mínima de 35,000 espectadores, el decisivo partido de vuelta se jugó en El Campín de Bogotá en lugar de Medellín.
El 31 de mayo de 1989, Atlético Nacional se enfrentó a Olimpia de Paraguay en un emocionante encuentro. Habiendo perdido el partido de ida 2-0 en Asunción, Nacional necesitaba un milagro frente a más de 40,000 espectadores. Un autogol de Fidel Miño y un gol de Albeiro Usuriaga igualaron el marcador global, forzando una tanda de penales.
La tanda de penales fue un asunto de infarto, requiriendo 18 lanzamientos para determinar al ganador. El portero René Higuita emergió como el héroe de Nacional, realizando atajadas cruciales. El último tiro recayó en Leonel Álvarez, quien calmadamente anotó para asegurar el primer título de Copa Libertadores para Atlético Nacional y el primer campeonato continental para Colombia.
Esta victoria marcó un punto de inflexión en el fútbol colombiano, allanando el camino para futuros éxitos y estableciendo a Atlético Nacional como una potencia en el fútbol sudamericano.
Hoy y mañana
Hoy en día, el Estadio Atanasio Girardot continúa siendo un símbolo del amor de Medellín por el fútbol. Su rica historia, instalaciones modernas y el apasionado apoyo de los aficionados lo convierten en uno de los estadios más icónicos de Sudamérica. Ya sea albergando partidos cruciales de liga, torneos internacionales o eventos culturales, el Atanasio Girardot permanece en el corazón de la cultura deportiva colombiana, un verdadero testimonio del espíritu perdurable del fútbol en Medellín.
